Rosario vive en un corazón de manzana y hasta entrar a su casa debe caminar este largo pasillo. Quiso transformar ese recorrido cotidiano en algo personal, que le causase alegría y la conectara con momentos felices de su vida y su familia.
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Así era el pasillo visto desde el garage |
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Primeros bocetos para el patio interno
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Limonero: al principio pensamos en un
azulejo sol |
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Higos y uvas para el garage
Descendiente de inmigrantes italianos, las plantas y frutos típicos del mediterráneo tenían que estar ahí. Ideas, charlas, fotos, bocetos, dibujos, muestrarios de esmaltes, horneadas...
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Este mural ocupó finalmente tres cerámicos
y como a todos, se le añadió una guarda irregular alrededor |
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El pasillo
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Unas coronas sobre los dinteles de la puerta de entrada a la casa y al patio del fondo homenajean -humildemente- a Hunderwasser.
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Otra vista del pasillo, ahora mirando hacia la calle.
Para el frente, coronita Hundertwasser en azules |
Las malvas y salvias que se cuelan de la casa vecina atraen picaflores verdaderos...y de azulejo!
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Sol y luna en el patio de los malvones |
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En el patio de los malvones, más malvones |
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Justo frente a la puerta de entrada a la casa, unas ramas de limonero. Ella dice que el objetivo está cumplido... qué alegría para mi también.
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