la hechicera circe
Marineros hartos alrededor de la mesa, Circe como si nada |
Marinero cerdo, bombones cover a Julio Cortázar (alfarería, modelado, esmaltes, mesita) |
Circe Modelado, pátinas, esmaltes, mosaico veneciano, porcelana eléctrica |
Un violento vendaval del sur le condujo después hasta el final del mar Adriático y tomó tierra en Eea, una pequeña isla gobernada por la diosa Circe. Cuando Euríloco —amigo de Ulises— llevó a un grupo de veinte hombres a tierra, Circe les invitó a todos a su palacio. Lobos y leones rondaban por el jardín. Para sorpresa de Euríloco, en lugar de atacar a los marineros, se alzaban sobre sus patas traseras y les acariciaban cariñosamente.
Circe ofreció a sus visitantes un buen banquete, que consistía en queso, pan de cebada, miel y vino; pero estaba drogado. Habían comido sólo unos pocos bocados cuando ella les golpeó en los hombros con su varita. Se convirtieron de inmediato en cerdos, los encerró en una sucia pocilga y les lanzó bellotas como postre. Aquellos leones y lobos también eran hombres, encantados del mismo modo.
Sólo Euríloco escapó: había temido alguna trampa y en vez de entrar en palacio, observó desde una ventana.
Con ayuda del dios Hermes, Ulises logró evadir el hechizo de Circe, quien arrepentida le ofreció parte de su reino y compartir su lecho con él. A pesar de su urgencia por seguir el viaje a casa, nuestro héroe no pudo rechazar la hospitalidad.
Tuvieron tres hijos.
En base a Los mitos griegos de Robert Graves